Pier
Piccioli y Maria Grazia Chiuri presentaron una colección couture muy distinta a
lo acostumbrado.
En esta
pasarela de alta costura los excesos y proporciones imposibles fueron dejados a
un lado para desplegar un catálogo de estampados florales muy femeninos,
realizados en pesado satén de seda, pero con la apariencia y movimiento del
simple algodón sprigged.
La colección mostró vestidos para el día, vestidos tipo coctel y los famosos ball dresses de Valentino, llenos de volumen debido a la capas de chiffon.
Las modelos llevaron colas de caballo con lacitos al mejor estilo de Valentino acompañados de perlas, cuellos altos y tops incrustados con diamantes para terminar de crear un look menos formal y al mismo tiempo lujoso.
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